Las aplicaciones web progresivas, son sitios web como cualquier otro, funcionan en un navegador, se construyen con tecnologías web, se envían desde un servidor, etc.

Lo interesante es que, usando APIs, tecnologías modernas, y estándares nuevos de la web se implementan estrategias y una experiencia similar a la de las apps nativas, para incrementar la interacción del usuario con la app, atraer más usuarios o generar mayores conversiones en métricas como ventas.

De acuerdo con Google son 3 puntos relevantes los que distinguen una aplicación web progresiva.

1, son confiables. Se pueden usar sin internet o con conexiones lentas. No dependen de una conexión rápida y estable para su funcionamiento.

2, son rápidas, se cargan casi instantáneamente, responden de inmediato a las interacciones del usuario y nunca se sienten como con lag. Tienen animaciones fluidas que mejoran la comprensión del contenido que el usuario ve.

3, son atractivas y de algún modo “adictivas”. No en el mal sentido, en inglés decimos engaging, que te enganchan de manera que tus usuarios usan tu app más veces y que por supuesto no la abandonan.

La idea detrás de esta generación de aplicaciones es que sean tan atractivas como las apps nativas, que sean útiles para el usuario, que ofrezcan una experiencia mejorada y que aprovechen la tecnología.

Como puedes darte cuenta, el concepto no es sobre una tecnología, si no sobre una experiencia, cómo se usa tu app, se resume a aprovechar las